En honor de la bienaventurada Virgen María: María, puerta del Cielo por la que ascendemos a Dios.
Si ella es el canal, la dispensadora de todas las gracias para poder llegar
allí arriba, es, por tanto, la escalera y la puerta del Cielo. ¡Aunque sea
difícil, estrecho, espinoso el camino del Paraíso, angosta la puerta del Reino
eterno, no puede
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