martes, 30 de abril de 2019

erte en la tercera fuerza y sopla al PP en la nuca

  • Rivera logra casi un millón mas de votos y se queda a poco más de 200.000 de Casado
  • El líder naranja descarta, por ahora, formar mayoría con Sánchez
El candidato de Ciudadanos Albert Rivera, junto a Inés Arrimadas (izda.) y otros candidatos naranjas, este domingo por la noche celebrando los resultados del 28-A.El candidato de Ciudadanos Albert Rivera, junto a Inés Arrimadas (izda.) y otros candidatos naranjas, este domingo por la noche  celebrando los resultados del 28-A.
El candidato de Ciudadanos Albert Rivera, junto a Inés Arrimadas (izda.) y otros candidatos naranjas, este domingo por la noche celebrando los resultados del 28-A. CHEMA MOYA (EFE)
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Ciudadanos se ha convertido en la tercera fuerza política. El veto de Albert Rivera al PSOE ha sido una apuesta arriesgada. Quizá le pese. La demoscopia le sugería a Rivera un viraje a estribor, poniéndose de perfil ante los tiburones de Vox y la formación naranja ha pasado de 32 a 57 diputados y ha ganado casi un millón de votos.
Tras sumar ocho escaños menos que el 20-D (32 por 40) y perder casi 400.000 votos, Ciudadanos se convirtió el 26 de junio de 2016 en el partido más castigado por la repetición electoral. Anoche espantó sus demonios y además, en principio, no tendrá que ponerse a prueba su fiabilidad, puesto que, aunque podría pactar con su demonizado Sánchez para formar Gobierno, al ala la izquierda también le sale la suma de la mayoría absoluta y parece improbable que el PSOE vaya a pactar con Cs. Lo dijo de forma enigmática Pedro Sánchez el martes en el debate en Atremedia: "No entra en mis planes".

Acechando al PP

Ciudadanos además le sopla la en la nuca al PP, del que sólo le han separado unos 200.000 votos. Los de Rivera se han beneficiado claramente del trompazo de Pablo Casado, en caída libre de la mano de la derechización para hacerle la competencia a su escisión de Vox, un desatino que ha beneficiado claramente a la formación naranja. Es lo que ha pasado en Andalucía, donde Cs ha desplazado al PP como segunda fuerza, pasando de 7 a 11 escaños.
La euforia se ha apoderado en la noche electoral de la sede de Cs en Madrid, enfrente de la Plaza de Las Ventas. Allí se presentó un Rivera exultante, que se dirigió triunfalista a la militancia, a la vez que resignado a seguir opositando al poder. Pee a su ascenso, es inviable su "echar" a Sánchez de Moncloa. El líder de Ciudadanos dio por hecho que el PSOE gobernará con Podemos y los nacionalistas, una "mala noticia", aunque escarbó y dio cuenta de una buenanueva: que ha conseguido un 80% más de escaños en el Congreso que en 2016 y que se ha convertido en "la casa común del proyecto constitucionalista", al quedar prácticamente empatado con el PP en número de votos y superándolo en varias comunidades autónomas.
"A los que gobiernan los vamos a vigilar muy de cerca" y "los líderes de la oposición van a ser los diputados de Cs", subrayó.
Los debates electorales han sido uno de los puntos de inflexión en la campaña de Rivera, que arrancó con dificultades p

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